Diabetes, mitocondrias y ejercicio
El ejercicio produce efectos beneficiosos en la salud general de los individuos, y es indiscutible el papel que desempeña en el tratamiento y la prevención de la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2. Una sesión aguda de ejercicio o contracción muscular aumenta la captación de glucosa en el músculo esquelético a través de vías independientes de la insulina, y ello conduce a mejorías en la homeostasis corporal total de la glucosa. La actividad física regular induce cambios adaptativos en el músculo esquelético a través de modificaciones de la expresión de genes metabólicos. Estos cambios consisten en aumentos de las mitocondrias y modificaciones de la distribución de los tipos de fibras musculares. Un objetivo importante de la investigación sobre el ejercicio es el estudio de las señales moleculares que son inducidas por la actividad muscular y regulan los procesos metabólicos y transcripcionales clave en el músculo esquelético. En esta revisión, presentamos una breve panorámica general de la investigación sobre el ejercicio en el campo metabólico, describiendo diversas señales moleculares que subyacen en esos procesos.
En este campo dinámico de investigación, se está realizando una búsqueda de otras proteínas de señalización estimuladas por el ejercicio. Los estudios que se realizan para aclarar en mayor medida las vías influidas por el ejercicio que intervienen en el transporte de glucosa, el tipo de fibra muscular y la biogénesis mitocondrial, permitirán comprender mejor cómo se producen los efectos favorables del ejercicio, mejorar nuestro conocimiento sobre los mecanismos patológicos de las enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 e identificar nuevas dianas farmacológicas para el tratamiento.
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