Redistribución del flujo sanguíneo durante el ejercicio.
La actividad del flujo sanguíneo se realiza, normalmente en función de la actividad metabólica, de este modo, no es de extrañar que durante la realización de ejercicio se produzca una redistribución del flujo sanguíneo (Fernández y López-Chicharro, 2008).
De este modo, como podemos apreciar en la imagen, la masa muscular recibe porcentualmente un mayor aporte del flujo sanguíneo, al tiempo que la circulación coronaria, recibirá la misma proporción de sangre. Del mismo modo, a pesar de que haya áreas a las que el aporte de sangre es porcentualmente menor (sistema nervioso, por ejemplo), éstas seguirán recibiendo la misma cantidad absoluta de sangre, si ajustamos el aporte al incremento del gasto cardíaco que se encuentra incrementado durante el ejercicio (Fernández y López-Chicharro, 2008).
Sin embargo, los riñones y las vísceras del área esplánica experimentarán una importante reducción en la cantidad de sangre irrigada, destacando especialmente la que se produce en el flujo visceral, que puede llegar a ser de hasta un 56% y conducir a necrosis y hemorragias de las mucosas (Peeling y col., 2008), además de graves trastornos gastrointestinales (Choi y col., 2001).
Así, la restricción y trastornos en el aparato digestivo parecen tener relación con la intensidad del entrenamiento. En esta línea, Lampre, Slavin y Apple (1991) han encontrado mayores pérdidas fecales de hierro a medida que se incrementaba xel gasto calórico debido al ejercicio en un grupo de corredoras. No obstante, a pesar del posible incremento de los requerimientos de hierro por este mecanismo parece que no sea suficiente para elevar los requerimientos de dicho nutriente (Lampre, Slavin y Apple, 1991).
Sin embargo, parece que esta redistribución del flujo, si podría tener relación con las molestias gastrointestinales típicas del entrenamiento de resistencia (Pfeiffer y col., 2012; Stuempfle, Hoffman y Hew-Butler, 2013).
Para finalizar, me gustaría concluir diciendo que estas modificaciones en la redistribución del flujo sanguíneo, también, deben considerarse para desalentar a los deportistas de resistencia al abuso de AINEs, una práctica muy extendida desgraciadamente a día de hoy entre dicha población y que requiere tener una actitud crítica y tajante.
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